En los últimos años ha aumentado el interés entre los consumidores por los productos de origen animal elaborados bajo criterios éticos y de desarrollo sostenible, una tendencia que impulsó a varias empresas del sector cárnico a utilizar certificados de bienestar animal independientes y sin homologar que no respetaban las directrices europeas.
La denuncia de esta mala praxis por parte de veterinarios e instituciones oficiales ha sido esencial para desenmascarar a las compañías que pretendían engañar a los compradores con certificados falsos, pero también para la puesta en marcha de proyectos que analicen correctamente qué negocios trabajan en línea con los principios del bienestar animal.
Así nace la certificación Welfair™, un sello independiente homologado por el Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) en colaboración con el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (Neiker-Tecnalia) que se adjunta al envoltorio de los productos cárnicos cuando las empresas que los comercializan respetan los principios de bienestar animal.
Un sello que ya está disponible en los productos de más de 4.000 supermercados de toda España.
El proyecto pretende que los animales vinculados al sello vivan y sean sacrificados bajo una correcta monitorización, basada en indicadores consensuados por los investigadores de los proyectos europeos de referencia en este ámbito, Welfare Quality y AWIN®. Este puede aparecer en el envoltorio de productos procedentes de las especies bovina, ovina, porcina, conejos, pavos, gallinas y pollos, pero también a huevos y productos lácteos como leche, batidos y yogures.
¿En qué consiste el Bienestar Animal?
Para muchos esta idea puede resultar algo ambigua. Según David Fraser, uno de los primeros impulsores de la valoración y estudio del Bienestar Animal, este concepto incluye tres elementos: “el funcionamiento adecuado del organismo (lo que entre otras cosas supone que los animales estén sanos y bien alimentados), el estado emocional del animal (incluyendo la ausencia de emociones negativas tales como el dolor y el miedo crónico) y la posibilidad de expresar algunas conductas normales propias de la especie”.
Por eso los productos que incorporan el sello Welfair™ deben garantizar cuatro principios básicos, basados en el comportamiento, la salud, el alojamiento y la alimentación.
Por primera vez, defienden los impulsores del proyecto en su página web, “la valoración del bienestar animal se centra en la observación y evolución de los animales y de su comportamiento. A partir de una muestra de individuos de la granja o del matadero, y teniendo en cuenta tanto los criterios previamente definidos y estandarizados, como el cumplimiento de la legislación vigente, se analiza el estado real de estos y no únicamente las condiciones en las que se alojan o son sacrificados”.
El informe final de evaluación que obtiene el centro no solo indica la puntuación final conseguida, que autoriza a la granja o matadero pasar la evaluación, sino que también permite al ganadero identificar los puntos críticos identificados, de forma que le sirve como herramienta para aplicar mejoras en sus instalaciones y manejo de los animales.
En Laber tenemos personal capacitado para ayudar a implantar este nuevo sello en las empresas.
Fuente: WELFARE QUAITY, LA VANGUARDIA
